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Proyecto Corcovo

  • Opción de adquirir el 100% de ~20.000 hectáreas en la parte oriental de la cuenca neuquina dentro de la provincia de Mendoza.
  • Aprovecha nuevas iniciativas de promoción minera del gobierno provincial.
  • La Comisión Nacional de Energía Atómica (“CNEA”), de propiedad estatal, identificó potencial de exploración de uranio en esta área.
  • Anomalías radiométricas de uranio detectadas en profundidad en pozos de petróleo y gas, con condiciones geológicas consistentes con las que albergan depósitos de uranio ISR.

Ubicación y Tenencia

Corcovo project location map

El Proyecto Corcovo está compuesto por dos propiedades de exploración adyacentes que suman aproximadamente 20.000 hectáreas en el borde noreste de la cuenca neuquina. El proyecto se encuentra en la provincia de Mendoza, dentro del Distrito Minero de Malargüe Oeste (“MDMO”). El gobierno de Mendoza ha lanzado un vehículo para apoyar el desarrollo en la provincia, con un enfoque particular en la minería como clave tanto para la transición a la energía limpia como para el crecimiento de las economías locales (www.impulsamendoza.com.ar). Dentro de este vehículo, el MDMO ha estudiado e identificado como una región muy adecuada para el desarrollo minero debido al alto potencial geológico y la baja competencia por el uso de la tierra o el agua. El resultado es una iniciativa para acelerar y desburocratizar los procedimientos para la aprobación de proyectos.

El acuerdo de opción de Corcovo incluye el derecho a adquirir una participación del 100% en ambas tenencias bajo los siguientes términos:

  • Pago de $400.000 dólares estadounidenses en 5 cuotas durante 3 años.
  • Un 1% de retorno neto de la inversión (NSR) pagadero al vendedor, sobre ambas propiedades, que Blue Sky tiene derecho a recomprar por un total de $500.000 dólares estadounidenses.
  • Un pago de $500.000 dólares estadounidenses al vendedor si el proyecto alcanza la producción comercial.

Geología

La cuenca neuquina está compuesta por una secuencia sedimentaria continental y marina de más de 7.000 metros de espesor formada en los períodos Triásico Superior a Terciario Medio. La cuenca es reconocida por sus recursos y producción de petróleo y gas convencionales y no convencionales. Las ocurrencias de uranio están presentes en diferentes niveles estratigráficos a lo largo de la cuenca. Las ocurrencias conocidas están relacionadas con capas rojas del Cretácico, como: las minas históricas productoras de uranio cobre vanadio de Huemul y Agua Botada al norte en la provincia de Mendoza; las ocurrencias de uranio cobre vanadio de Rahue Co, Cerro Mesa, Campesino Norte y Las Cárceles en la región central de la provincia de Neuquén; y el nuevo distrito de uranio vanadio Amarillo Grande descubierto por Blue Sky en 2006 al sur, en la provincia de Río Negro. Más recientemente, se identificó la presencia de mineralización de uranio al este, en la provincia de La Pampa, la misma región donde se ubica el proyecto Corcovo en el área adyacente de la provincia de Mendoza.

El Proyecto Corcovo cubre una zona plana en el extremo sur de una meseta volcánica cuaternaria situada aproximadamente a 600 metros sobre el nivel del mar. Esta meseta se superpone a secuencias más antiguas de la Cuenca Neuquina. En esta región, la formación geológica crea una trampa natural para los hidrocarburos, que migraron desde la cuenca central a través de horizontes de areniscas porosas o “transportadores”. Esta migración de hidrocarburos puede representar el frente de oxidación reducción necesario para la acumulación de uranio, formando potencialmente depósitos económicos. La presencia de lutitas lacustres, que se superponen a las unidades de arenisca, actúa como barrera, impidiendo la migración de hidrocarburos y uranio.

Historia del Descubrimiento

El modelo de migración de hidrocarburos fue reconocido inicialmente por la CNEA y seguido por un equipo de exploración pionero que prospectaba mineralización de uranio en toda la cuenca neuquina utilizando datos radiométricos de pozos de petróleo y gas, adquiridos de bases de datos públicas del gobierno argentino, como una herramienta de prospección vectorial. Esas sondas expusieron anomalías de uranio en el área de Corcovo asociadas con la discordancia entre unidades cretácicas (grupos Rayoso y Neuquén) que se encuentran a profundidades de 200 metros a 600 metros debajo de la superficie. La presencia de anomalías de uranio relacionadas con unidades de alta porosidad, selladas por sedimentos finos, representa condiciones geológicas prospectivas para la exploración de depósitos de uranio susceptibles de recuperación in situ (“ISR”).

La Asociación Nuclear Mundial (World Nuclear Association) resume el proceso de minería ISR (también conocido como minería de solución o lixiviación in situ (“ISL”) como “dejar el mineral donde está en el suelo y recuperar los minerales disolviéndolos y bombeando la solución cargada a la superficie donde se pueden recuperar los minerales. En consecuencia, hay poca perturbación de la superficie y no se generan relaves ni rocas estériles”.

Para utilizar técnicas de ISR, la mineralización debe estar alojada dentro de un acuífero confinado formado por sedimentos permeables, como areniscas, sellados por encima y por debajo por capas impermeables como la arcilla. Estas capas confinan el agua subterránea nativa, que naturalmente contiene uranio y otros metales, y puede ocurrir la precipitación de los minerales. Los procedimientos de minería inyectan un agente, en la mayoría de los casos un oxidante, y utilizan la misma agua subterránea nativa para oxidar y redisolver el uranio. Una vez en solución, el uranio se bombea a la superficie y se recupera en un sistema de intercambio iónico de resina/polímero o de intercambio iónico líquido (extracción por solvente). El producto final es un precipitado de uranio generalmente conocido como “yellowcake”.

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